Hace treinta años, la Declaración de Copenhague de 1995 afirmó la democracia como piedra angular del desarrollo social centrado en las personas. En 2025, mientras el mundo se prepara para la Cumbre Social Mundial de Doha, esa visión se reaviva con renovada urgencia. El borrador de la Declaración de Doha reafirma el papel esencial de la democracia en el avance del desarrollo social, un reconocimiento prácticamente ausente en los textos recientes de la ONU. Este compromiso renovado ofrece una base normativa y política fundamental, que recuerda a la comunidad internacional que un progreso significativo depende de que la gobernanza democrática y el desarrollo social inclusivo avancen de forma paralela.
Search
Region
Type
Mientras la democracia se enfrenta a sus desafíos globales más profundos en décadas —marcados por el creciente autoritarismo, la disminución de la confianza y un sistema multilateral debilitado— líderes de gobiernos, instituciones multilaterales, la sociedad civil y la filantropía se reunieron en la Fundación Ford al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas para trazar una agenda global renovada para la democracia.
Incluir a los jóvenes en la toma de decisiones participativa, un elemento vital de la democracia, es esencial para alcanzar el desarrollo sostenible, la Agenda 2030 y los compromisos del Pacto para el Futuro.
Esta semana, como cada septiembre, los jefes de Estado se reúnen en la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) y se dirigen al mundo a través de sus discursos durante el Debate General de la Semana de Alto Nivel (SAL).
El Pacto Digital Mundial de las Naciones Unidas es un marco en desarrollo –que se encuentra actualmente en su tercera ronda de revisión– que establece directrices y normas internacionales para el uso de las tecnologías digitales emergentes.
Nuestra Agenda Común (NAC), diseñada para impulsar la implementación de los acuerdos multilaterales existentes, incluida la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, destacó un conjunto de propu